Una lamentable noticia para el departamento del Cauca entregó el consorcio Nuevo Cauca, el cual a través de un comunicado a la opinión publica dieron a conocer la decisión de suspender las obras de la doble calzada Popayán – Santander de Quilichao.
La decisión fue adoptada una vez analizada la situación respecto a los actos vandálicos presentados a la maquinaria del proyecto, el mas reciente ataque contra la maquinaria amarilla se presentó en el norte del Cauca.
Luego de que la concesionaria vial Nuevo Cauca denunciara que “desconocidos incineraron una máquina micro-compactadora en la variante de Santander de Quilichao donde se viene realizando la instalación de base granular”.
La entidad agregó que “desde hace unos meses se vienen presentando actos vandálicos a la maquinaria del proyecto. Al momento han sido quemadas tres máquinas (2 excavadoras y un vibrocompactador), hurtadas una excavadora, cinco volquetas y tres camionetas”.Es el segundo hecho violento en menos de 15 días en la zona.
Ana Fernanda Muñoz Otoya, presidente ejecutiva de la Cámara de Comercio del Cauca, lamentó lo sucedido y rechazó este tipo de acciones que afectan un proyecto desarrollo para la región y para todo el sur del país. La presidente ejecutiva también agrego que son alrededor de 400 empleos directos los que se suspenden a raíz de esta decisión.
Y es que precisamente frente a esta situación la Concesionaria Nuevo Cauca en su comunicado publico, concluyó que no existen garantías de seguridad por parte del Gobierno Nacional para el buen desarrollo de las obras, por tal razón, se ha tomado la determinación de suspender todas las actividades de obra.
Lo anteriormente mencionado, implica a su vez que se deba adelantar igualmente la suspensión de contratos laborales y comerciales vinculados al proyecto de manera directa e indirecta, disminuyendo de sobremanera la calidad de vida de los habitantes del área de influencia y el desarrollo económico de la región.
Para el Consejo Gremial y Empresarial del Cauca “esta es la obra vial más importante en este momento, en el suroccidente colombiano”.Su director ejecutivo Gerardo Arroyo añadió que “este tipo de acciones no pueden registrarse en el departamento (…) No podemos permitir que manos inescrupulosas quieran ponerle freno a una obra tan importante”.
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