El mandatario nacional, a través de su cuenta de Twitter, asumió su responsabilidad sobre lo ocurrido en el Caquetá, donde retuvieron a 79 policías y dos personas; un policía y un campesino, perdieron la vida.
Después que en la tarde de este jueves se conociera que la Justicia Penal Militar, ordenó la captura del coronel Javier Castro, comandante de Policía en Caquetá, por posible omisión de apoyo, el presidente Gustavo Petro, trinó en su cuenta de twitter: “Yo soy el Comandante en Jefe de las Fuerzas Militares. Soy el único responsable de las acciones en los Pozos, Caquetá”, asumiendo la responsabilidad de los hechos.
El presidente, también escribió que contratará a los mejores juristas internacionales en defensa de derechos humanos, para defender a los oficiales de policía que defiendan los derechos humanos en Colombia.
El juez 131 penal militar, ordenó la captura del Coronel Castro con fines de indagatoria, después que lo había citado y no asistió ni dio a conocer el motivo de su falta a la diligencia. La Fiscalía Penal Militar y Policial, por su parte, anunció que no tienen injerencia sobre las decisiones adoptadas por el juzgado que tiene sede en Florencia (Caquetá).
Por otra parte, tanto la Procuraduría como la Fiscalía, abrieron indagaciones para verificar si la institución no les brindó apoyo ni refuerzos a los policías que fueron privados de su libertad durante dos días.
El general Henry Sanabria, director de la Policía, en la tarde de este jueves le dijo a Noticias Caracol que, los manifestantes canjearon a los 79 policías retenidos por el Ministro del Interior, Alfonso Prada, quién, finalmente, se quedó en lugar de los uniformados con los manifestantes.
El ministro Prada, aclaró que no estuvo secuestrado, contrario a la idea que había quedado en el ambiente cuando Sanabria habló de canje;“Si ustedes escuchan con claridad la declaración del señor director general de la Policía, Sanabria dice literalmente que los altos funcionarios no estuvieron secuestrados”.
Añadió que mientras ocurría la detención se pudo desplazar sin ningún tipo de restricción y hasta “por las noches dormí en el batallón de cazadores del Ejército, en San Vicente del Caguán”. El funcionario, contradijo el comentario de que hubo un “canje” y dijo que solo se cumplió una condición para que los uniformados fueran liberados.
“Fue un requisito obligatorio para que entregaran a los policías”, dijo el ministro. Afirmó que el resto de compañeros de gabinete (Minas, Transporte y Ambiente) se quedaron allí trabajando.
Finalmente, no entró a profundizar sobre lo ocurrido en ese momento; señaló que serán las autoridades judiciales las que juzguen y se pronuncien sobre lo ocurrido.