Inició de manera oficial en el país el Programa ‘Viva la Escuela’ con más de 600 estudiantes de universidades y Escuelas Normales Superiores que comenzaron a llegar a 213 sedes educativas rurales, ubicadas en 39 municipios del país, que registran los mayores índices de deserción y reprobación estudiantil y donde ha habido poca o ninguna intervención del Estado.
Los voluntarios -que cursan último año de licenciaturas y formación complementaria- apoyarán a los docentes de aula en la implementación de estrategias educativas encaminadas a mejorar los aprendizajes y la convivencia escolar. Mientras en 2019, la zona rural tenía una reprobación del 4,4%, esta cifra aumentó a 5,9% en 2020.
Los jóvenes, vinculados a 23 universidades y 28 Escuelas Normales Superiores, provienen de programas de Licenciatura en Educación Infantil, Básica Primaria, Matemáticas, Ciencias Naturales, Ciencias Sociales, Lenguas Extranjeras, Lengua Castellana y Etnoeducación, entre otros.
“El programa Viva la Escuelas recoge, además de evidencia científica, el sentir de muchos jóvenes, facultades de educación y Escuelas Normales Superiores. En síntesis, es una propuesta a la que hemos llegado gracias al aporte de todos aquellos que han hecho de la educación el proyecto de sus vidas”, aseguró el viceministro de Educación Preescolar, Básica y Media, Hernando Bayona Rodríguez.
De igual manera, destacó que a diferencia de muchos programas que se enfocan en mejorar las pruebas estandarizadas entrenando a los estudiantes en aspectos mecánicos del aprendizaje, Viva la Escuela se basa en un enfoque pedagógico: el Aprendizaje Dialógico. “Por supuesto que tenemos el objetivo de mejorar los aprendizajes de los estudiantes, pero también tenemos claro que el aprendizaje es consecuencia del aumento de las interacciones de calidad y el involucramiento de la comunidad educativa. Más que un tema meramente transaccional, el asunto educativo es relacional, eso es parte de la esencia de Viva la Escuela”.
Los lugares a donde irán los voluntarios no serán sitios fáciles: se han escogido sedes educativas con profundas necesidades, realidades complejas y “obstáculos de todo tipo que pondrán a prueba las capacidades y habilidades de quienes hagan parte del Programa”, puntualizó el Viceministro.
La idea del voluntariado no es nueva ni en el mundo ni en el país. Lo que es nuevo es la forma en que se ha estructurado el Programa para aprovechar lo que existe, de tal manera que se permita un engranaje de todas las piezas. También es novedoso que desde su inicio tenga un enfoque pedagógico basado en evidencia.
El aprendizaje dialógico es aquel que se produce en diálogos que son igualitarios, en interacciones en las que se reconoce la inteligencia cultural en todas las personas y que están orientadas a la transformación de los niveles previos de conocimiento y del contexto sociocultural.
Esta iniciativa tiene, además, una gran apuesta por incidir en el mejoramiento del bienestar socioemocional de los niños y niñas y fortalecer los vínculos entre las escuelas y otros actores de la comunidad.
Los voluntarios tendrán el acompañamiento de los supervisores de universidades y Escuelas Normales Superiores donde cursan sus estudios, así como de mentores, docentes oficiales en comisión reconocidos por su experiencia y aportes al sector educativo, quienes articularán el trabajo entre universidades, ENS y Min-educación.