El balance oficial de muertos por los terremotos de Turquía y Siria sobrepasó este jueves los 19,300, superando ya el nefasto saldo de víctimas mortales que dejó la catástrofe de Fukushima, reportó la agencia AP.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, informó que solo en su país habían confirmado que al menos 16,170 personas habían perdido la vida, a lo que se suman 3,162 víctimas mortales reportadas en Siria.
Después de 72 horas y con una situación climática que ha traído nieve y temperaturas congelantes en la región, la esperanza de encontrar a más personas con vida cada vez es menor, aunque ha habido algunos rescates exitosos.
Este desastre natural se ubica como el más mortífero del mundo, en más de una década por la gran escalada del daño y podría tardarse semanas en calcular el total de las pérdidas.
Por otro lado, Hoy, jueves entró oficialmente en vigor en las diez provincias más afectadas por el terremoto el estado de emergencia aprobado por el Parlamento de Turquía.
El estado de emergencia, en vigor durante los próximos tres meses, se basa en la Constitución turca que permite decretarlo en caso de catástrofes naturales.
Durante el estado de emergencia, se pueden imponer a los ciudadanos obligaciones monetarias, patrimoniales y laborales, y se pueden limitar o suspender temporalmente los derechos y libertades fundamentales de la ciudadanía.
“Lamentablemente hay saqueos de mercados en algunos lugares. El Estado reacciona a eso mediante el estado de emergencia”, dijo el mandatario Turco en una declaración pública en Gaziantep, una gran ciudad situada al este del epicentro del terremoto.
En Turquía, solo el lunes y la madrugada del martes, unas 7,800 personas habían sido rescatadas de entre los escombros de los miles de edificios que se desmoronaron por los dos fuertes sismos, según recoge la agencia oficialista Anadolu.
En la vecina Siria, las tareas de búsqueda y salvamento son aún más complicadas por la precariedad de los servicios de asistencia en medio de la guerra. Esta vista aérea muestra a residentes ayudados por excavadoras, buscando víctimas y sobrevivientes entre los escombros en la ciudad de Sarmada, en el campo de la provincia noroccidental siria de Idlib.